Historia de La Conciergerie

Conciergerie historiaLa Conciergerie es la prisión más antigua de París, lugar donde Maria Antonieta, mujer de Luis XVI y Reina de Francia, esperó durante cinco semanas en 1793 en su calabozo el momento de su decapitación en la guillotina.
La prisión ocupaba la planta baja del edificio que bordea el muelle del Reloj y las dos torres: los pisos superiores estaban reservados para el Parlamento. Este lugar era considerado la antecámara de la muerte. Muy pocos fueron los que pudieron salir libres de la misma.

Del Palacio de la Cité a la Consejería

El palacio de la Cité fue la morada de los Condes de París. Hugo Capeto estableció en el palacio el Consejo Real y diversos servicios de su administración. Roberto II lo reedificó.
San Luis hizo construir la Santa Capilla entre 1242 y 1248. Por el Norte, el palacio de San Luis sólo tenía un edificio a orillas del Sena llamado Sala de agua que estaba flanqueado por la torre Bombée (o Bon-bec) llamada así porque en ella se torturaba a las personas para hacerlas declarar.
Felipe IV hizo reconstruir el palacio y construir un recinto que bordeaba el Sena y que reforzaba las torres ya existentes llamadas la Torre de plata (que hacía alusión al tesoro real que en ella se guardaba) y la Torre César (llamada así en recuerdo de la presencia de los romanos). Se construyeron amplios salones al Norte y al Sur del palacio de la Cité.
Entrada de la ConciergerieEl pabellón de la Guardia fue edificado hacia 1310 y servía como antecámara del Gran Salón que era el lugar en el que el rey celebraba sus sesiones solemnes de las Cortes y en el que tenían lugar las recepciones.
Este Gran Salón fue la sede del Tribunal Revolucionario desde el 2 de abril de 1793 al 31 de mayo de 1795 (actualmente es la “sala de los pasos perdidos” del Palacio de Justicia de París). Las comidas se servían sobre una mesa de mármol negro (de la que quedan algunos vestigios en la Conserjería).
Era un salón inmenso soportado por una hilera de pilares que lo dividían en dos naves de bóvedas artesonadas. Paredes y pilares estaban adornados con estatuas que representaban a los reyes de Francia.
El Pabellón de los Soldados era excepcional: 64 metros de largo por 27,5 de ancho con una altura de 8.5 metros desde la llave. Fue edificado en 1302 y 1313 por Enguerrand de Marigny. Servía de refectorio para las más de 2.000 personas que estaban al servicio del rey.
Hacia 1350 Juan II hizo construir en el ángulo del palacio de la Cité el pabellón cuadrado que estaba destinado a los servidores del rey. Las cuatro estancias situadas al Oeste del pabellón de los soldados, quedaron aisladas del resto del pabellón por unas cancelas y por un muro.Estas cuatro estancias contuvieron a los prisioneros sin recursos, que no podían acceder a las celdas de pago.
También hizo levantar una torre en el ángulo nordeste del palacio de la Cité,llamada “Torre del Reloj” porque en ella se instaló el primer reloj público de Francia. El reloj fue reemplazado, en 1585 por el de Germain Pilon.
Carlos V de Francia decidió abandonar el Palacio de la Cité e instalarse en el palacio de Saint-Pol; pero mantuvo en el mismo su administración (Parlamento, Cámara del Congreso, Cámara de Comercio, Cancillería) y nombró un conserje. En la Edad Media, la Consejería se convirtió en la prisión del palacio. A partir de ese momento fue conocida como la cárcel de la Conserjería.
Carlos VII de Francia instaló en la Conserjería el Parlamento de París y Luis XVI de Francia hizo construir nuevos edificios.
Durante la Revolución el Pabellón de la Guardia se convirtió en cárcel, fue dividido en compartimentos y distribuida en calabozos que, ante la creciente llegada de prisioneros, se dividió de nuevo para doblar su capacidad.
La calle denominada como “Rue de París” fue anexionada a la prisión y compartimentada en reducidas celdas. Las “pailleux” (celdas reservadas para los presos sin recursos) eran menos confortables que las celdas reservadas para los prisioneros que disponían de medios.
La Galería del Gran Patio era el antiguo jardín del rey, destinado a los prisioneros que debían de comparecer ante el Tribunal Revolucionario. En el pasillo central se distribuyeron las celdas para las mujeres
El Jardín de la Conserjería fue un lugar estratégico para la vida social de los prisioneros. En este lugar subsiste lo que se denominó como la “Côte des Douze”: un recinto triangular separado por una cancela del jardín de las mujeres, aledaño a las dependencias de los hombres que permitía una relativa aproximación entre ellos.
El pasillo de los prisioneros estaba situado en el ala principal de la cárcel y en él se permitía que los prisioneros se movieran a su gusto.
El despacho del secretario era el lugar en el que, a la llegada de los prisioneros, se tomaba nota de sus nombres registrándolos. Fue la cafetería del Palacio de Justicia y actualmente está dedicado al museo de la Conserjería.
En el cuarto de baño despojaban a los prisioneros de todos sus objetos personales, les cortaban el pelo, y ataban sus manos a la espalda preparándolos para la ejecución.
La pequeña capilla real llamada “capilla de los Girondinos” ya existía en la Edad Media. La tradición considera que en ella los veintiún Girondinos esperaron la muerte durante la noche del 29 al 30 de octubre de 1793.
El Jardín de las Mujeres estaba rodeado de celdas en las que el confort variaba según las posibilidades de las prisioneras, las mujeres lavaban su ropa en una fuente (todavía existente) y comían sobre unas mesas de piedra.

La celda de María Antonieta

Maria Antonieta ConciergerieLa primera celda de María Antonieta fue instalada en la antigua sala de reunión de los carceleros, era humilde con un catre, un sillón de caña, dos sillas, una mesa y tenía una estrecha y pequeña ventana que daba al jardín de las mujeres. Tras una tentativa de evasión dirigida por Alexandre Gonsse de Rougeville, María Antonieta fue llevada a una segunda celda. Un biombo la separaba de los guardias que la custodiaban. Situada al lado de la pequeña capilla real, Luis XVIII hizo cerrar con una pared la celda de la reina e hizo construir una capilla. La mitad Oeste fue anexionada a la capilla real por medio de un local en el que se asegura que Maximilien Robespierre pasó sus últimas horas.

En dos años más de 2.700 personas condenadas a muerte pasaron sus últimas horas en la Conserjería y, en particular, antes de las matanzas de septiembre de 1792.
En el siglo XIX fueron encarcelados en la Conserjería varios personajes célebres como: Georges Cadoudal, Michel Ney, el príncipe Napoleón Bonaparte, (futuro Napoleón III), y los anarquistas Felice Orsini y Ravachol.
La Conserjería conservó su función carcelaria durante todo el siglo XIX. El monumento perdió su condición de cárcel en 1914 y fue clasificado como monumento histórico, actualmente abierto al público.

Origen del nombre Conserjería

La Conserjería designaba, en principio, la vivienda del conserje, después, por extensión, la prisión en la cual él vigilaba a los prisioneros. El conserje estaba a cargo de las llaves del palacio real y de las velas y cirios del alumbrado.